Luz Incondicional

"Conocí a la directora de una escuela primaria, en la cual se está impartiendo el programa de Espiritualidad Para Niños. Ella compartió conmigo como este programa está cambiando el comportamiento de los estudiantes, pero aún más profundo, como la ha cambiado a ella como madre y educadora. Se acordó que cuando estaba enseñando la lección sobre la Luz, a los niños les estaba costando relacionarse con el concepto de tener Luz dentro de ellos. Ellos seguían hablando sobre su buen comportamiento; “Ah, ya veo, cuando no corro por el pasillo, esa es mi Luz, ¿cierto?”. Se dió cuenta con esto que los profesores solo reconocen lo bueno en sus estudiantes cuando estos escuchan y hacen lo que se les dice. Haciendo esto, los profesores inconscientemente transmiten que la Luz solo está presente cuando nos comportamos de una manera que es considerada “buena”.

En Espiritualidad Para Niños enseñamos que no importa cuántas “malas” decisiones hayas tomado, o cuantas acciones negativas hayas realizado, todo lo que hiciste fue encubrir la Luz dentro de ti. Pero nunca puedes disminuir la Luz. La Luz está siempre ahí.

El error que nosotros como educadores y padres cometemos es que continuamos enfocándonos en lo externo, en el mal comportamiento, y en el efecto. En vez de esto, podríamos estar empoderándolos, al poner énfasis y nutrir la esencia de nuestros hijos.

Imagina cuando los niños se dan cuenta que la Luz dentro de ellos está siempre brillando y siempre ahí. Regresar de un mal comportamiento o de una mala decisión será mucho más fácil porque saben que tienen un camino para volver a la Luz.

Un niño que sabe que tiene Luz dentro de él, sin importar que, tiene un mayor sentido de sí mismo y un más alto auto valor.

Un par de datos para ayudarnos a comunicar que la Luz es incondicional:

Cuando los niños se comportan mal, no caigas en la trampa de hacerlos sentir mal; trata de llegar a la razón detrás de su mal comportamiento. ¿Qué no están viendo? ¿Qué sentimiento gatilló su comportamiento? Podemos recordarles que aunque se hayan comportado así, eso no es lo que ellos son. Y que a pesar de sus acciones, los amamos y reconocemos la bondad en ellos.

No definas a los niños por sus acciones. No caigas en juzgarlos, menospreciarlos, o en traer de vuelta sus errores pasados. Cuando nos enfocamos en las malas decisiones que tomaron en el pasado, estamos realmente poniendo aún más distancia entre ellos y la Luz.

No estoy diciendo que las acciones no son importantes. Al final del día todos queremos que nuestros hijos hagan lo correcto; queremos que sean gente que hace bien al mundo. Pero tenemos que recordar que la razón por la que tanta gente actúa de esa forma es porque han sido alejados tanto de su esencia, que sienten que no tienen más opción."