¿Qué tan bien conoces a tus hijos?

Con qué frecuencia oímos a los adolescentes quejarse de que sus padres no los entienden, y los padres no sienten que conocen bien a sus hijos adolescentes y piensan: “¿Qué le pasó a mi pequeño y dulce niño?” Sin embargo, esta situación no sucedió de la noche a la mañana. Después de años , he visto a padres que les dicen a los niños qué hacer, qué no hacer , estas acciones de ambas partes terminan sintiéndose ajenos y alejados del núcleo familiar.

Como padres, hacemos todo esto porque amamos a nuestros hijos y queremos lo mejor para ellos. ¿No es así? Sin embargo, al tratar de cambiar, corregir y disciplinar a nuestros hijos, creamos distancia y perdemos de vista uno de los objetivos más importantes como padres: conectarnos con nuestros hijos.

Un requisito previo para poder guiar con precisión a nuestros hijos es hacer el esfuerzo de ponernos en su lugar. ¿Qué tan bien conocemos a nuestros hijos? Para "ver" realmente a la otra persona, es necesario que nos hagamos a un lado y nos pongamos en su lugar. Naturalmente, no vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos. Por lo tanto, se requiere de gran conciencia y esfuerzo para comprender verdaderamente a otra persona.

Otra de las cosas mas difíciles para nosotros como padres (y en general) es no tomar las acciones de otras personas pie manera personal y, es mejor, buscar la causa detrás del efecto. Por ejemplo, si mi hija grita: “¡Te odio!” ¿Cómo reacciono? Solo puedo lidiar con el efecto reprendiéndolo por ser irrespetuosa, castigándola y centrándome en cómo podría hacerme eso después de todo lo que he hecho por ella. O puedo dar un paso atrás y buscar la causa real preguntando: ¿Qué está pasando realmente aquí? ¿De dónde viene su frustración? ¿Cómo llegamos a este lugar en el que ella siente que no estoy allí para apoyarla?

Los niños, al igual que los adultos, no se comportan mal; siempre hay más en la historia. Parte de conocer a las personas es entender de dónde vienen y explorar la causa de su comportamiento. Para llegar allí, debemos removernos a nosotros mismos, específicamente a nuestro ego, fuera de la imagen.

Otra acción útil que debes tomar, es hacerles a tus hijos preguntas sencillas, como "¿cómo te sientes cuando sucede esto?" O "¿qué crees que debería hacer?" Somos muy rápidos para dar consejos y soluciones, pero cuando lo hacemos así, sin haber hecho el esfuerzo de ver las cosas a través de su perspectiva, solo queda desde nuestro punto de vista, y sienten que no las entendemos.

Cada persona experimenta la vida de manera diferente. Queremos apoyar a nuestros seres queridos, pero no nos damos cuenta de lo alejados que estamos de realmente comprenderlos. Para ver las cosas como las ven, necesitamos que sea nuestra intención. Es realmente nuestra responsabilidad saber cómo nuestros hijos experimentan la vida para que podamos crear una conexión y una mejor comunicación. Si no lo hacemos, inevitablemente caeremos en conflicto.