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Un paso hacia la paz

  • Michal Berg
  • 25 feb 2017
  • 3 Min. de lectura

Ganando en el Juego de la Vida

"Esta semana quiero compartir contigo una experiencia extraordinaria. La semana pasada visité el campamento de verano Niños Creando Paz (Kids Creating Peace, KCP) en Israel con mi hijo mayor y Karen Berg. KCP es una organización israelí sin fines de lucro que junta adolescentes Israelíes y Palestinos en un programa basado en el currículum de Espiritualidad para Niños.


Cuando conocí a estos jóvenes, unos meses antes, podía sentir la pesada energía de estar juntos. Habían pasado por algunos acontecimientos en sus vidas, tan comunes en la región, que pusieron lo que estaban aprendiendo en clase en una prueba de la vida real. En un caso, el padre de una niña del programa fue detenido en medio de la noche, aunque fue puesto en libertad varias horas después, su hija estaba traumatizada por el evento. Esto trajo a la superficie mucha frustración, ira y juicio hacia el “otro lado”, todo KCP está trabajando en el cambio. Los jóvenes empezaron a cuestionar todos los puntos del programa, diciendo que no había ninguna esperanza de cambio, y estaban listos para abandonar el programa.


Con la ayuda de sus increíbles maestros, junto con un par de padres que sirvieron como modelos inspiradores, este grupo de adolescentes se reagrupó más fuerte que nunca. Vinieron a comprobar que existe el bien y el mal en ambos lados, que el diálogo y la transformación personal ofrece una esperanza real de cambio. El campamento fue un ejemplo poderoso de esa transformación. Estar juntos todo el día, pasando por divertidos retos físicos y compartir una habitación por la noche funcionó como magia. Al final de estos cuatro días, los jóvenes se enseñaban unos a otros canciones y bailes, no querían ir a la cama.


Aquí hay algunos ejemplos de sus testimonios, que trajeron lágrimas a mis ojos.

Shira, 14 años, Israelí de Har Hadar, cerca de Jerusalén:

“Puedo hablar de política y de la paz en el mundo pero para mí el significado real del proyecto “Juntos Podemos” no es sólo un eslogan. Es una forma de pensar, una herramienta que podemos usar todo el tiempo, en la escuela, la familia, con alguien que es diferente a nosotros. Esta es la primera vez que conozco a alguien del otro lado. Ver a niños árabes hablando a niños judíos, para mí significa esperanza”

Marach, 15 años, Palestino de Anata, al este de Jerusalén:

“Recordaré esos hermosos momentos que todos tuvimos en el campamento.

El proyecto nos ayudó a hablarnos unos a otros, a estar juntos todo el día, incluso dormir juntos. Me gustó mucho. ¡Árabes, musulmanes, cristianos y judíos, todos nos volvimos de un solo lado, la participación y el cuidado, hicimos lo imposible!”

Roy, 14 años, Israelí de Shoham:

“La paz es poder, es amar y compartir. KCP nos dió voz para decir lo que pensamos y que queremos cambiar.”


Criar a nuestros hijos con conciencia espiritual no es sólo algo bueno para hacer su vida más fácil, es la única manera de hacer un cambio real en el mundo. Vamos a establecer una meta esta semana para hablar con nuestros hijos sobre la tolerancia y el hecho de que todos estamos conectados, para que podamos tener un pequeño pero importante paso hacia la paz. Como dijo Karen Berg a los adolescentes judíos y árabes del programa, “Esto es como una piedra que cae en el agua. Hace una pequeña salpicadura, pero nunca se sabe hasta dónde se extenderá la onda, especialmente en un país y un lugar tan lleno de conflictos. Lo único que podemos hacer es cambiarlo, pero usando la fuerza no lograremos que eso suceda. Lo cambiaremos a través de compartir y amar.”



 
 
 

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