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Palabras vs Acciones

  • Michal Berg
  • 3 jun 2017
  • 2 Min. de lectura

Uno de los más grandes problemas como padres, es tomar de manera literal todo lo que nuestros niños dicen. Si bien queremos enseñarles a ser conscientes de sus palabras y su tono al conversar, tenemos que entender que las acciones pesan más que las palabras. Podrían decir: “Te amo” durante todo el día, pero si esto está seguido por un comportamiento egoísta, ¿Qué nos dice más acerca de la forma en que realmente se sienten? Tus hijos pueden tener dificultades para expresarse, pero te pueden mostrar amor de otras maneras. No todo es como parece.


Los adolescentes en particular, pueden estallar de enojo en un momento dado y podrían decir impulsivamente algo como, “¡Te odio!”. Podemos hacer un gran problema de eso, sentirnos insultados y darle un castigo , pero al final del día, realmente no fue lo que quisieron decir, y lo más probable es que intenten compensarlo utilizando una voz suave para ofrecer ayuda en la cocina o algo que no requiera una disculpa directa. No es que debemos dejar que todo se resbale, pero no caigas en la trampa de “mis hijos no me aman” o “ellos son tan malos conmigo”.

Karen Berg siempre dice, “Dios responde nuestras oraciones en base a nuestras acciones”. Las oraciones contienen las mismas palabras y podemos recitarlas todos los días. Entonces, ¿Qué hace que se responda a una oración y no a otra? Lo que hace la diferencia son las acciones que le siguen.


De la misma manera, no es tanto lo que decimos a nuestros hijos, pero si lo que hacemos. Es posible que no siempre usemos las palabras exactas para transmitir lo que queremos decir y después sentirnos derrotados por decir lo incorrecto. Pero si estamos ahí cuando nos necesitan, si hacemos cosas por ellos sin esperar nada a cambio, si ayudamos siempre que podamos, sentirán nuestro amor. Resiste la tentación de decir que eres un mal padre o de ser duro contigo mismo. Sé conciente, trátate a ti mismo de la misma manera cariñosa con que tratas a tus hijos cuando se equivocan.


Otro aspecto es ayudar a nuestros niños a que observen sus relaciones con los demás, las acciones dicen más que las palabras. Por ejemplo, si alguien dice ser un amigo y constantemente actúa de una manera que hiere nuestros sentimientos, está comunicando que no le interesa una relación con nosotros. O si alguien dice que es digno de confianza y luego la rompe, están comunicando que su palabra no es confiable. Utiliza estos ejemplos para mostrarle a tu hijo que el repetir acciones es lo que forma el carácter de una persona.

Identificar estas acciones no significa hacer un juicio. Enseñamos a nuestros hijos a no juzgar, a ver lo bueno en los demás y ser compasivo, pero también tienen que desarrollar la capacidad de identificar el verdadero carácter de alguien. Podemos ayudar a nuestros niños a aprender a distinguir los hechos de manera que en sus relaciones puedan tomar decisiones inteligentes.

No importa con quien nos estamos comunicando, existe algo que es constante:

"En la vida, vas a encontrar personas que dirán las palabras correctas en los momentos adecuados. Pero al final, siempre las juzgarás por sus acciones. Lo que importa son las acciones, no las palabras."

-Nicolas Sparks




 
 
 

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